billete de 50 mil pesos

Tiquete al cielo

En esta época de novenas veo las iglesias llenas de gente que está convencida que el solo hecho de asistir a estos templos, alabar a Dios y escuchar al sacerdote o al pastor que les repite “esto es palabra de Dios”, es suficiente para asegurar tiquete al cielo.

Recuerdo entonces a un conferencista mexicano que estuvo este año en Villavicencio y explicaba que la gente quiere oír lo que ya sabe, la gente quiere que le repitan lo que sus mentes ya aceptan.

Alguien que venga y les hable por fuera de ese marco, no tendrá aceptación en su círculo. Será ignorado, excluido. Y esa es la razón por la que seguimos siendo un país que tolera la corrupción, que convive con ella, que compra y vende votos, que miente sin sonrojarse… y otros tantos males.

Esta semana se anunció que el salario mínimo subirá en 2023 a un millón 300 mil pesos mensuales (estaba en un millón) y de inmediato escuché a muchos de estos que van a las iglesias decir que les tocaba recortar personal en sus empresas porque ese aumento era demasiado.

No criticaría esa actitud si supiera que antes se reunieron con el contador de la empresa, con el administrador, le consultaron a algún economista, revisaron el balance de este año, leyeron los periódicos o escucharon a los gremios para entender el tema…

Por cierto, los periódicos y los economistas explican que el aumento de este año fue del 16% en el salario mínimo, pero como la inflación puede cerrar en 12,64%, restando la inflación el incremento real queda en 3,36%. 

En 2021 el entonces presidente Duque incrementó el salario mínimo (para 2022) en 10,07%. Y como la inflación fue de 5,62%, el incremento real quedó en 4,45%. 

La Asociación de Empresarios (ANDI) propuso abrir un espacio de diálogo amplio que tuviera en cuenta el panorama económico que se vive, con variables como la inflación, la depreciación del peso y el desempleo.

“Siempre fui optimista con encontrar un consenso frente a la concertación del nuevo monto del salario mínimo. Tomamos con mucha seriedad la responsabilidad de lograr una decisión que tuviera en cuenta de manera simultánea factores como el poder adquisitivo de los hogares y los empleados, la competitividad de las empresas, la actividad económica, la capacidad de ofrecer más empleo formal y de calidad y, por supuesto, equilibrio fiscal”, declaró Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.

Volviendo con los empresarios en Villavicencio a quienes escuché decir que la única opción era recortar personal, al otro día del anuncio del salario mínimo ya estaban anunciando el recorte. Sospecho que sin mucho análisis y que su anuncio tiene tufillo antipetrista.

Probablemente ven una oportunidad para mostrar: “miren, por culpa de Petro tuve que recortar personal”. Son apasionamientos que perduran más allá de la campaña política.

Pero bueno, es diciembre. Esos que celebran el nacimiento de Dios, quizá sientan algún toque celestial y en vez de pensar en recortar personal, de pronto digan “este año no compraré tanto whisky para compensar el mayor salario que me toca pagarles a los trabajadores”.

La verdad no creo mucho en los toques celestiales, así que me temo que esos empresarios que reaccionaron de inmediato diciendo que les toca recortar personal, seguirán prefiriendo el whisky y otros placeres al sacrificio que representa pagarles 300 mil pesitos más a sus trabajadores.

Omar Camargo
Periodista

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *