El fútbol es como la vida… ¡Que viva el Mundial!
Inicia este domingo la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022, un festival de 29 días de duración con 32 selecciones procedentes de todo el planeta.
Un evento inspirador que nos permite reflexionar sobre la vida porque, en la vida como en el fútbol, a veces se gana y a veces se pierde; en la vida como en el fútbol hay unos más hábiles a los que vemos levantar la Copa del Éxito, pero -evocando a Maturana- perder es ganar un poco porque está la opción de aprender de ellos, de aprovechar sus técnicas para mejorar.
En el fútbol, como en la vida, hay pasión que no debe ser desmedida y transformarse en fanatismo, sino que debe llegar hasta una línea que se llama tolerancia. Podemos ser tolerantes si practicamos la comprensión y el respeto.
Como ha dicho el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el Mundial de Fútbol es una oportunidad para unirnos como pueblos que habitamos un mismo planeta, a pesar de nuestras diferencias. El fútbol debe servir para conectar, no para dividir.
«El mundo ya está bastante dividido. Estamos organizando una Copa Mundial de la FIFA, no estamos organizando una guerra”, dijo Infantino en conferencia de prensa.
Y continuó: «Tenemos que difundir la comprensión. La FIFA es una organización mundial. Tenemos 211 países que forman parte de la FIFA. Todas las federaciones son iguales porque somos gente de fútbol. Queremos ser gente de fútbol; no queremos ser políticos o cualquier otra cosa. Y el fútbol une a la gente, a pesar de todo, porque solo la implicación puede propiciar un cambio real».
«Vivimos en el mismo mundo, tenemos que convivir juntos, tenemos que comprendernos los unos a los otros, también tenemos que comprender que somos diferentes».
«Tenemos distintas creencias, distinta historia. Venimos de orígenes diferentes, pero somos del mismo mundo. Tenemos que llevarnos bien los unos con los otros, y para llevarnos bien los unos con los otros, tenemos que conocernos”.
Una de las cosas buenas del Mundial de Fútbol es la interculturalidad. Este año es en Catar, primera vez en el controvertido mundo árabe, criticado porque no respeta los derechos de las mujeres.
Es entonces una oportunidad para echar una mirada a ese mundo y para que ellos también miren las otras culturas y quizá decidan abrir sus mentes.
A las reflexiones de Infantino se suman las del exjugador colombiano Mario Yepes a quien la FIFA cita como “uno de los jugadores más emblemáticos de la selección colombiana. Disputó 102 partidos, siendo el cuarto jugador con más presencias en el combinado nacional. Fue el capitán en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, cita mundialista a la que volvieron luego de 16 años de ausencia”.
«El reto que tenemos, especialmente en nuestros países, es cambiar la educación. El fútbol desempeña un papel muy importante para ayudar a nuestros niños en estos continentes a crecer, no sólo a través de la educación deportiva, sino también de la educación integral», dice Yepes en el artículo que publica la federación internacional del fútbol.
Yepes acumuló en su experiencia personal la gran mezcla cultural que acompaña a un Mundial de Fútbol. “El grupo en el que estábamos era diverso. Tenía a Japón, Costa de Marfil, Grecia y, bueno, Colombia. Entonces tenía un equipo de cada región, de cada continente”.
Para Yepes, la alegría del fútbol debe ir más allá de lo que sucede en la cancha durante las grandes competiciones. “Creo que el papel que puede desempeñar el fútbol en el futuro, que ya desempeña hoy en día y que debe seguir haciéndolo, es el de convertirse en un medio de educación integral”.
Por eso la FIFA considera que su aporte es fundamental para que los jóvenes de entornos menos favorecidos puedan lograr un mejor desarrollo de la mano de entrenadores bien formados.
“El fútbol tiene que ser un puente hacia la educación de nuestros hijos, y la mejor manera de enseñarles es que sus entrenadores estén preparados. La FIFA y el fútbol tienen la gran responsabilidad de enseñar a quienes van a enseñar a nuestros jugadores”.